Te entendemos, algunas de nosotras incluso nos encerramos en el baño para poder tener un respiro de paz.

¿Sabías que, en promedio, una mamá tiene solo 17 minutos al día para dedicarlos a ella misma? De acuerdo con un estudio publicado en el Daily Mail, actividades como el cuidado de los hijos, trabajar, trasladarse de un lado a otro y las tareas del hogar consumen casi todo su día… Bueno, también ocupan parte de su tiempo en dormir por las noches.

Tal vez suene un poco exagerado, pero si se suman esos minutos, no se llega a una hora y media de tiempo exclusivo para ella a la semana. Puesto en un panorama más conocido, una madre no puede dedicar a sí misma ni lo que dura un partido de fútbol.

El estudio, que llevó por nombre “Mi tiempo” entrevistó a 2,000 madres. Entre otras curiosidades, encontró que los pocos momentos de paz generalmente se gastan poniéndose al día con los últimos chismes en las redes sociales, viendo televisión en la cama, leyendo o disfrutando de una taza de té o café (en casa).

Algo menos alentador es que sí, una vez que se convierten en madres de familia, su tiempo está destinado a procurar a otros menos a ellas. Dos terceras partes dijeron que el problema es que se encargan de casi todas las tareas domésticas, es decir, que no se comparte por igual entre ellas y sus parejas. La cifra exacta es que asumen el 78% de lo que implica el cuidado de la casa y los hijos.

Y, por eso, un 51% de ellas confesaron sentirse agotadas. Parece una broma, pero el caso de la mujer que se encierra en el baño para respirar tranquila, cansada el mundo exterior, es una cruel realidad.

Para que las lecturas vayan más allá de ver el reverso de la caja de cereal y salir a pasear no consista en llevar a los hijos en el coche a la clase de estimulación temprana, hay ciertas cosas que una madre puede hacer por ganar más de su tiempo.

Te compartimos algunos consejos dados por madres que han pasado por esto.

“Entender que tomar tiempo para ti no es narcisista”. Es típico de las mamás acostumbradas a dar su tiempo a los demás el sentir culpa por tomarse para ellas una hora al día. Por eso, el primer paso es entender que no es egoísmo o capricho, es un derecho y una necesidad.

“Obligarse a tener una actividad deportiva o recreativa”. Puede ser una hora al día, tres veces por semana o el tiempo que se pueda. Es indispensable para una mejor calidad de vida. Esto repercutirá en el buen humor de una mujer, todos apreciarán a una mamá contenta.

“Hablar y pedir ayuda con las tareas del hogar”. Para las madres que no son solteras es indispensable dejar que la carga de trabajo del hogar y el cuidado de los hijos se reparta con la pareja. Hacer un plan para que cada uno tenga una hora libre al día puede ayudar a que baje el estrés y ambos puedan tener tiempo para ellos mismos. Si se trata de una madre soltera, hablar con alguien de confianza que pueda cuidar al bebé y así, tomar ese respiro necesario al menos un par de veces por semana.

“Dejar soltar”. Sucede también que ese tiempo casi inexistente para estar con una misma no ocurre porque hay mamás que no pueden despegarse de sus hijos o de las tareas domésticas. Aprender a relajarse, saber que los trastes sucios pueden lavarse al día siguiente, que una casa sin barrer un día no se va a desmoronar o que a los hijos los puede y debe cuidar también el papá es importante. Ocupar ese tiempo en algo que dé paz mental puede hacer a una madre más feliz.

“Tu bienestar es el suyo”. Es una expresión que hay que repetir como mantra. Si una madre reduce su estrés, cuida su aspecto físico, hace ejercicio y se da tiempo para respirar, será reflejo de lo que es su familia. Mia Redrick, mentora de vida y negocios para madres lo dice mejor: “Una mujer que no tiene idea de quién es sino ‘madre’, corre el riesgo de volverse amargada cuando los niños crecen y salen de la casa, llevándose su identidad con ellos”. Así, si tú estás feliz, transmites ese sentimiento a toda tu familia.