A medio supermercado mi hijo de tres años se tira en el piso porque le dije que no podemos comprar 5 cajas iguales de cereal...
Señores, empieza el berrinche: los gritos, aullidos y lloridos a todo volumen suenan más fuerte que la música de elevador que hay las mejillas rojas y el corazón le late a todo lo que da.
Algunos de los demás compradores tratan de hacer esa actuación de como que no nos están viendo. Una señora decide si vernos fijamente y decir que no con la cabeza. Me juzga...
Lo trato de calmar; lo trato de parar del suelo y cargarlo, sin poder conseguirlo.
Empiezo a sudar. A hiperventilarme. Mi hijo continúa en plena acción. Amo a mi hijo, pero estos berrinches sacan lo peor de mí. Así que tuve que buscar ayuda con una experta (Una psicóloga infantil). Lo primero que me explicó es que:
"Los berrinches aparecen alrededor de los 2 años, y son un comportamiento
completamente NORMAL en el desarrollo de un niño".
Estas 6 técnicas me ayudaron muchísimo:
1. Crea un distracción
Aunque no lo creas, esto funciona la mayor parte de las veces: Cuando veas que el berrinche está a punto de desatarse, trata de distraer a tu hijo mostrándole algo que le guste. Ten siempre contigo libros y juguetes en tu bolsa y distráelo con ellos. O platícale algo que le interese, como una actividad que harán después en el día. Ayudará más si usas un tono entusiasta. Los niños pequeños tienen una corta capacidad de atención así que es fácil distraerlos.
2. Niño sin hambre y sin sueño = menos berrinches
No hay nada que haga más que un niño tenga berrinches como el tener hambre o sueño. Los expertos confirman que si un niño come a sus horas y duerme el tiempo que debe dormir según su edad, es mucho menos susceptible a tener berrinches.
3. Cambia el escenario
Aleja a tu hijo del lugar donde están para que se calme por sí mismo al estar en otro entorno. Dile que en cuanto esté listo y tranquilo podrán regresar. Esto le ayudará a dominar el autocontrol, una cualidad indispensable cuando sea adulto.
4. El poder del abrazo
Quizás sea lo último que quieras hacer en el momento en que tu hijo se vuelve un monstruo y grita sin control, pero un abrazo fuerte, firme y sin hablar, calmará rápidamente a tu hijo. Los abrazos dan seguridad haciendo que se calme.
5. Enséñale a respirar y contar hasta diez
Es importante enseñar a los niños a respirar profundo cuando se sientan rebasado por sus emociones. Si tu hijo es muy pequeño para entender cómo debe respirar profundo, enséñale la técnica de "huele la flor, sople la vela". En ella haz que tu hijo imagina que está oliendo una flor para inhalar y soplando una vela para exhalar.
6. Mantente firme sin enojarte.
La ideas es hablarle firme pero sin gritar. Explícale con palabras que hay ciertas reglas que no se deben romper en tu casa y que si las rompe habrán consecuencias. Pero no recurras a los gritos o golpes pues esto empeorará las cosas.