Alimentar a tu bebé es una de las mayores preocupaciones de cualquier madre. Queremos asegurarnos de que nuestros pequeños reciban todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, y a menudo nos preguntamos cuál es la mejor forma de hacerlo. Hoy en día, existen diferentes corrientes de alimentación para bebés que se han vuelto cada vez más populares. Aquí te presentamos algunas de las más comunes:
- Alimentación con sólidos a demanda: Esta corriente defiende la idea de que los bebés deben ser los que decidan cuánto y cuándo quieren comer. A partir de los seis meses, se les ofrecen alimentos sólidos en pequeñas cantidades y se les deja probarlos y experimentar con ellos. La idea es que los bebés aprendan a regular su propia ingesta y desarrollen una relación saludable con la comida.
- Baby-led weaning: Esta corriente es similar a la alimentación a demanda, pero se centra en dejar que los bebés elijan qué comer en lugar de ofrecerles alimentos específicos. A partir de los seis meses, se les ofrece una variedad de alimentos que puedan tomar con sus manos, como trozos de frutas y verduras cocidas, para que puedan explorarlos y decidir qué les gusta y qué no.
- Alimentación complementaria: Esta corriente se basa en ofrecer alimentos sólidos a los bebés a partir de los seis meses, pero también seguir dándoles leche materna o de fórmula para asegurarse de que reciban todos los nutrientes necesarios. Se suelen ofrecer purés o alimentos triturados para facilitar la ingesta.
- Alimentación vegana o vegetariana: Algunas familias eligen seguir una alimentación vegana o vegetariana y deciden que también sus bebés la sigan. En este caso, se deben asegurar de que los bebés reciban todos los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada y suplementos cuando sea necesario.
- Alimentación paleo o sin gluten: Algunas familias eligen seguir una alimentación paleo o sin gluten y deciden que sus bebés también la sigan. En este caso, se deben asegurar de que los bebés reciban todos los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada y suplementos cuando sea necesario.
Es importante recordar que cada bebé es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Lo más importante es elegir una corriente de alimentación que se adapte a las necesidades de tu bebé y que te haga sentir cómoda y segura en tu papel de madre. Si tienes dudas o preguntas, siempre puedes acudir a un profesional de la salud para que te oriente en este proceso.