La expectativa que se genera alrededor del nacimiento de un nuevo miembro de la familia es siempre muy grande. Cada visita al ginecólogo representa todo un evento: los nervios se funden con la necesidad de visualizar a un bebé sano en cada ultrasonido y con la emoción de ver cómo ese pequeño pandita que rebota sin cesar en el útero, va transformándose en un ser humano perfecto.  

Sin importar si es el primer, tercer o décimo hijo, muy temprano en el embarazo surgen millones de preguntas, todas precedidas por la reina de las incógnitas: si el bebé en cuestión es NIÑO o NIÑA. 

Pero, ¿te has puesto a pensar si te gustaría guardar el secreto para el día del parto o nunca lo has puesto en duda y estás lista para descubrir el sexo de tu bebé? ¿Qué se dice con respecto a cada postura? ¿Con cuál te sientes más cómoda? ¿De qué lado te ves hoy por hoy?

Equipo “Dímelo ya”

• El sex reveal es la fiesta dentro de la fiesta del embarazo. Develar el sexo del bebé se ha convertido en un evento alegre, divertido y lleno de emociones, tanto para la mamá como para los que la rodean. Desde simplemente abrir el sobre con el gran misterio resuelto –en compañía de tu pareja o en un evento con la gente que más quieres–, hasta pinchar el globo, partir el pastel, jugar con hielo seco, con dispositivos llenos de confetti que estallan, con pelotas que derraman pintura de color, con piñatas, galletas de la suerte, bombas de humo… Cada vez estamos más acostumbradas a ver y a descubrir nuevas formas de revelar el sexo de nuestros hijos y de compartir esa felicidad con el mundo. 
  
  
  
  
• Es bonito llamarlo por su nombre desde el principio. Hay quien hace más estrecho el vínculo al referirse al bebé por su nombre, de cierta forma lo sienten más personal y eso les da seguridad. No es una regla ni le sucede a todas las mamás, pero es posible que te sientas más conectada a tu hijo por el hecho de saber si será Paula o Pedro.
  
  

• Si te gusta planearlo todo, te dará cierta tranquilidad. Aunque trae acolación el debate de género, conocer el sexo de tu bebé está directamente relacionado con la planeación de su guardarropa y el tipo de decoración que llevará su cuarto. Según un estudio realizado por el National Center for Biotechnology Information en Estados Unidos, las mujeres a las que les gusta tener dominio total sobre su rutina diaria, generalmente deciden conocer el sexo de su bebé para poder planear a futuro –dígase comprar pañales por un año y tener el cuarto listo 5 meses antes de que nazca el niño– y mantener todo bajo control.

• Según un estudio de la Universidad de Filadelfia, despierta la imaginación de la futura mamá. “Puedes imaginar a tu bebé con mayor facilidad: no solo de recién nacido sino de niño, adolescente y adulto”, dice el doctor Joseph W. St. Geme. La revelación del sexo abre una puerta informativa que facilita las fantasías sobre la vida de un hijo, sobre sus relaciones, sobre sus estudios, sobre su forma de pensar… Y esto no va por el lado de los roles que ha impuesto la sociedad, sino por el de dejar volar la cabeza y ponernos románticas una vez que accedemos a esa pieza exacta de información.  

 
Equipo “Sorpresa, sorpresa”

• Las apuestas, las quinielas y los juegos para adivinar el sexo del bebé son la fiesta dentro de la fiesta del embarazo. Aquí no hay reunión con globos ni confetti, pero sí un montón de amigos haciendo cálculos y adivinanzas de las formas más exóticas para atinarle a la respuesta correcta durante nueve meses. ¡Serán nueve meses de diversión garantizada y doble expectativa alrededor de esta dinámica! 

• Es una buena forma de librarse de las preguntas estereotipadas. Si ya lograste la parejita, si va a ser niño pero seguramente querías niña porque ya tienes dos niños en casa, si muñeca para la nena o carrito para el nene… Mucho de esto a veces sobra y no nos damos cuenta. Espera menos ropita y más tarjetas de regalo ;)
  
  
  
• Es una gran práctica de paciencia. A final de cuentas aceptar que, hagas lo que hagas, no puedes controlar el resultado y que si llega un niño o una niña vas sentirte igual de privilegiada porque, como dicen las tías y las abuelas, lo que de verdad vale la pena es que nazca sano.

• Le imprime un toque extra de ilusión al día del parto. Hay papás que la describen como una ilusión incomparable, una sorpresa como ninguna otra. Hay quienes deseaban una niña y cuando nació un niño no tuvieron tiempo para decepcionarse ni por un segundo porque el milagro de la vida los agarró desprevenidos y los obligó a doblarse de amor en el instante.

La realidad es que no hay un deber ser con respecto a esto: es más una cuestión de dejarte llevar por lo que sientes y hacerle caso a esa intuición. Puede ser que con el primero quieras todas las certezas y con el segundo o tercero decidas que es mejor dejar la sorpresa para el final, ¡o viceversa! Solo recuerda que es una decisión que debes tomar tú, sin presiones de ningún tipo; con la seguridad de que tu bebé viene con un propósito y que ese propósito no tiene nada que ver con su género.